Mariia
5 de abril de 2023
El hotel está ubicado en la selva con todos los momentos agradables y desagradables que eso conlleva. En el lado positivo: la proximidad a los centros de rehabilitación de orangutanes y osos solares, así como al centro de investigación de la selva tropical. 5-15 minutos a pie. Hermosa naturaleza, casi intacta alrededor. La zona del hotel está bien cuidada y es agradable. Las habitaciones están bien con baños espaciosos. Hay un aire acondicionado que funciona bastante bien. Lo malo: comida insípida y monótona (no hay alternativa, estamos en la jungla), el desayuno es comestible, pero nada más, personal poco capacitado en la cafetería, agua apenas tibia en la ducha por la mañana (no me atrevía lavarme el pelo), falta de cepillos, peines, secador de pelo, etc. Sin embargo, todo esto es perdonable, comprensible y no escribiría sobre ello si no fuera por la “guinda del pastel”: simplemente almohadas repugnantes. Un trozo de gomaespuma alta y densa que adormece el cuello en un minuto. Quedarse dormido sobre uno de estos no es tarea fácil. Es difícil explicar esta burla a los visitantes por las condiciones de la selva.
Texto originalTraducción facilitada por Google