Usuario invitado
7 de junio de 2024
Todo empezó cuando nos registramos, y el hijo de la familia, Konstantinos, nos recibió y nos dejó en nuestras habitaciones. La familia que regenta este hotel trabaja incansablemente todo el día, siempre con una sonrisa en la cara de cada huésped. El desayuno era delicioso, preparado por el dueño para cada huésped y variado a diario. Las habitaciones se limpiaban a diario y nos cambiaban las toallas a diario. El hotel está a un corto paseo del centro de la ciudad. El establecimiento no tiene playa privada, pero está literalmente a orillas del mar y cerca de muchas playas privadas. Lo que más disfrutamos fue la maravillosa terraza en la azotea del hotel, con vistas al mar, donde pudimos sentarnos durante horas, cenar, beber y leer. Gracias por todo.
Texto originalTraducción facilitada por Google