Usuario invitado
7 de octubre de 2022
Es una pena que un sitio maravilloso y encantador como este no lo pueda calificar de Excelente. Me explico. El hotel, su entorno, jardines y campo de golf, son una auténtica delicia. Algo realmente maravilloso, cuidado con mucho esmero y digno de cualquier elogio. Las habitaciones espectaculares, calificables con la máxima puntuación y con un servicio de habitaciones inmejorables. Me ha sorprendido la pulcritud y profesionalidad de la persona que estaba encargada de la nuestra. El personal de recepción muy eficiente, amable y profesional, aunque el ESPAÑOL brilla por su ausencia. Ni un cartel en español, ni carta de restaurante, ni una indicación en todo el complejo, nada de español y casi nadie, por no decir nadie, habla la lengua de Cervantes. Pero el talón de Aquiles de este maravilloso complejo es su cocina. Un sitio de cinco estrellas cobra en base a esas cinco estrellas y uno espera un servicio y calidad a la altura de lo que paga por su cocina. Los que estamos alojados no podemos salir paseando a picar algo, comer o cenar formalmente a algún sitio, tenemos que hacerlo aquí pues estamos bastante alejados del mundanal ruido, por eso lo hemos elegido. Tienes tres opciones en el hotel: un menú degustación por 48 euros sin bebida, una carta y otra muy sencilla de picoteo para tomar en alguno de los salones. El menú degustación, para mi gusto fue una pésima experiencia. Una sopa sin sabor. He comido en hospitales sopas mas sabrosas y contundentes y un salmón con risoto. El salmón nada del otro mundo. El risoto muy bueno, al Cesar lo que es del Cesar... El postre "media" tarta de pera. Es de pésimo gusto poner de postre una ración que es media tarta. Si es casero que las hagan a la medida, de una ración, pero queda muy pobre poner la mitad de una tartaleta. No es lo mismo que de una tarta grande pongas una porción que partas por la mitad una tartaleta, eso daña la vista, por muy buena que este. Que las hagan indiciduales. Mi mujer comió pato de primero y, según ella, estaba bastante bueno aunque su cordero, que fue su segundo, estaba sabroso pero un poco duro. La bodega me sorprendió porque es bastante corta, demasiado cara para la calidad de los vinos que tiene y ningún vino español. Entiendo que si no hay afluencia de turistas españoles obvien todo lo referente a nuestro país, pero eso no es óbice para que me "repatee". Hay vino chileno y no creo que haya muchos chilenos alojados...La cocina es lenta, muy lenta. Entre plato y plato se te pasa el apetito. No se si solo tienen un infiernillo para cocinar pero la lentitud es pasmosa. Hemos cenado en uno de los saloncitos casi todas las noches y en dos ocasiones pedimos una hamburguesa. La hamburguesa viene fría. La carne esta buena, pero a la mesa llega helada, algo incomprensible pero es así. Sin embargo, otro de los dias, tras esperar cuarenta minutos, si, cuarenta minutos desde que nos tomaron la comanda hasta que nos trajeron lo pedido, probamos una deliciosa crema de alcachofa. Realmente del