Usuario invitado
4 de agosto de 2022
Una abominación... ¿Por dónde empezar? En primer lugar, las fotos os prometen un entorno magnífico, agradable y acogedor, tanto en las habitaciones como en el exterior. En el nivel exterior esto puede pasar desapercibido, aparte de la proximidad de una calle muy transitada. La piscina es agradable. Pero las habitaciones... Sucias, polvorientas y mohosas. Las sábanas estaban manchadas como si alguien hubiera dormido sobre ellas. El suelo estaba pegajoso. Inadmisible. Además llegamos sobre las 12h, la recepcionista nos dijo que nuestra habitación no estaba disponible hasta las 15h para que la limpiaran. ¡Uno se pregunta si la señora de la limpieza realmente existe! Después de esto, el desayuno... un desastre. 8 euros para la bollería envasada al vacío y no comestible. Las tazas en las que nos trajeron los cafés estaban una vez más sucias (ya no es muy sorprendente a estas alturas). Las yemas de los huevos (¿hervidas? ¿duras? ¡No lo sabemos!) estaban casi negras. Y por último, mi café extra, el soluble Nespresso concretamente, me cobraron 3€, además de mis 8€ de desayuno. Una estafa ! ¡La sonrisa coqueta de los dos anfitriones sólo está ahí para deleitarte al máximo! Todo esto para decir que este establecimiento quiere tener un aspecto un poco chic y lujoso, pero si miramos más a fondo, no tiene nada que ver.
Texto originalTraducción facilitada por Google