Usuario invitado
21 de marzo de 2025
Hotel ubicado en pleno corazón de Oia, cuidado y bonito. La habitaciones disponen de todo lo necesario y son amplias; no así la terraza, que ofrece unas preciosas vistas pero resulta pequeña, al tiempo que no ofrece ningún tipo de intimidad. En cuanto al servicio, la verdad es que es atento, pero hay que tener cuidado a la hora de seguir sus recomendaciones en relación a restaurantes y actividades a realizar. Además, si bien te sorprenden gratamente con ciertos detalles, la verdad es que con otros dejan bastante que desear (por ejemplo, el día de salida teníamos que abandonar el hotel muy pronto para tomar un vuelo, y no nos ofrecieron ni un pic-nic, pese a tener pagado el desayuno, que obviamente perdimos). La relación calidad-precio es normal en la zona, lo que tampoco quiere decir que sea buena. Ojo: no apto para personas con dificultades de movilidad (aunque se encargan siempre de tu equipaje, hay que subir y bajar escaleras constantemente, como en casi todos los hoteles de Oia).