Usuario invitado
26 de abril de 2024
Una de las causas por las que escogí este hotel, fue porque tenía aparcamiento. Fue todo un acierto y no solo por eso. El hotel está a cinco minutos caminando del centro, por lo que una vez que llegas a él, aparcas el coche y salvo que vayas a visitar otras poblaciones, para ir a conocer Santillana, no lo vas a necesitar. El hotel es bonito por fuera y por dentro, además de acogedor. Habitación amplia, muy chula, limpísima, calentita. Cama muy grande, muy cómoda y las almohadas super cómodas también. El baño con una muy buena ducha ya que es amplia y aparte sale el agua con presión. Tienes dosificador con gel. También hay secador de pelo. En la cafetería se hacen los desayunos que son muy completos. Pan, bizcocho casero, productos típicos de Cantabria (sobaos, corbatas, etc.), aparte de magdalenas, embutidos, fruta cortada, zumo. Aparte te ofrecían huevos revueltos, huevos fritos. El personal de desayuno, así como de limpieza majísimos. El dueño del hotel muy atento y educado. El precio muy bueno, para todo lo que ofrecen. Sin dudarlo, volveríamos.