Lastarria Hotel

La peor elección que pudimos hacer. Al regresar al hotel, el recepcionista no se encontraba en la recepción, había salido del hotel, por lo que tuvimos que esperar a que regresara al hotel para poder ingresar a nuestra habitación, de muy mal gusto, pues jamás nos imaginamos que este hotel tenia ese tipo de políticas hacia sus clientes, ya que no entregan tarjeta o llave de acceso para transitar libremente en horas del día. Sin embargo, esto no es lo peor, ya que alrededor de las 2 o 3 de la madrugada llegaron unos huéspedes, hablando a gritos subieron las escaleras y luego continuaron gritando en uno de los pisos y el recepcionista nada hizo para que respetaran a los demás pasajeros que descansábamos en nuestras habitaciones. Cuando se callaron y creímos que ya podríamos volver a descansar, ingresaron varios huéspedes al hotel, subieron por las escaleras golpeando las maletas en cada peldaño, hablando fuerte, no tuvieron ninguna empatía con los demás pasajeros del hotel que nos encontrábamos descansando. Me levanté a reclamar por los hechos y el recepcionista no me permite hacer todas las descargos y niega las bullas. Es decir, hace caso omiso a mis quejas por querer descansar, situación que me ha desvelado y lo estoy pasando pésimo a causa de su inexperiencia en trabajo hotelero, ya que no tan sólo está para recibir a las personas sino también debe poner orden y cuidar a todos quienes nos hospedamos en este hotel tan deficiente. Sí, hubiera sabido de lo malo de este hotel, jamás me hubiera hospedado aquí y, lo que es peor, a las 5 am (hora en que estoy terminando esta queja) ya estoy desvelada y debo conducir en un par de horas mas hacia el sur sin un descanso por el cual pagué para ello.

El recepcionista sale del hotel y deja cerrada la puerta de acceso. Lo que significa, esperar a que regrese a su puesto de trabajo para ingresar. Insólito, pagar por una habitación de hotel y estar obligada a esperar en la calle a que el trabajador retorne para poder ingresar al lugar que se supone pagué una habitación para hacer uso y goce de ésta. Más encima, alguien amable de la cafetería me dice que podría acceder por otra puerta y el recepcionista, al representarle mi enfado, me respondió que ese acceso sólo es para el desayuno. Pésima atención. La habitación bien, sin embargo no tiene ganchos para ropa y tampoco informan el número de la recepción para poder llamar.