Colonna Grand Hotel Capo Testa

Vinimos de luna de miel y estamos hospedados aquí aún hasta el día 30 de julio. Nos decantamos por este hotel por las reseñas de descanso, tranquilidad, vistas y tantas maravillas que hemos podido leer. Y la realidad nuestra es completamente distinta… Escogimos la mejor habitación que creímos, la deluxe, vistas espectaculares, eso si, sin ninguna duda. La sorpresa es cuando llega la noche, los altavoces están justo debajo de la ventana, tocan el piano y luego hay música disco hasta las 00.00. Si quieres dormir antes te resultará imposible, ya que vibran las ventanas y toda la habitación por dentro. El eco que hay dentro de la habitación es atronador. Así que tenemos que hacer tiempo, ir a cenar fuera y dar paseos para quitarnos ese mal rato de desesperación por dormir. Llamamos a recepción para pedir que bajaran un poquito el volumen, y a parte de contestar de malas formas, esa misma noche lo bajaron, pero esa misma noche, nada más…Nos dijeron que escribiéramos un email al director, así lo hicimos, pero no recibimos ninguna respuesta de nadie… así que caso caso… nos hacen poco. Nos quedamos aquí 15 días, una pasta hemos pagado por estar aquí… un hotel de 5 estrellas, que las 5 estrellas se las daba yo al servicio de limpieza, porque son increíbles. Pero un hotel de 5 estrellas que lleva 1 semana la valla del parking rota, pues se mete todo el mundo para ir a la playa, restaurantes y demás dejándote a ti sin sitio y los coches no están seguros, hotel de 5 estrellas en la mejor habitación del hotel que más ruido tiene. Hotel de 5 estrellas y nadie habla español. Hotela de 5 estrellas y buffet de desayuno un poco escaso. Hotel de 5 estrellas y lleva rota una máquina del gimnasio 1 semana… Sinceramente, conociendo lo que conozco y viendo lo que estoy viendo, no volvería aquí nunca, lo tengo claro… No lo recomiendo a nadie. Insisto, las vistas y la limpieza son de 10, pero por todo lo demás… súper decepcionante.

Hotel de ensueño, con piscina infinita, vistas al mar, playa privada. Sin aglomeraciones.Siempre hay hamacas disponibles y los trabajadores de gran profesionalidad. El gimnasio, pequeñito pero , aún así, bastante completo. Los masajes a un precio razonable y muy buenos. Eso sí, las sombrillas no rotan, por lo que la sombra es complicada y la WiFi va y viene.

La deficiencia del mobiliario de las habitaciones, los armarios y el baño es todo muy antiguo. Por las noches tuvimos un ruido constante como si fuera el sonido de una tubería soltando agua y era molesta. Importante: Ningún canal de televisión en español (no se puede entender que el hotel no coja canales por satélite en español)