Sublime EcoHotel - Tayrona Palomino

Excelente servicio, aseo, y la comida muy deliciosa y buena presentacion, un sueño de lugar para descansar verdaderamente amo sus camas colgantes. Exclusivo para descansar solo con ver el lugar me desestrece.

Lamentable! Pésimo! Vergonzoso! Nos hicieron pagar: 265 euros a dos personas para tres noches en habitación compartida. Los hoteles de alrededor con mayor calidad cuestan 50 euros la noche o menos para dos personas. En la web no indican precios. Es un engaño total. Es un hotel demasiado caro para su baja calidad y servicio. En primer lugar el precio para 4 personas es excesivo ya que no había privacidad, y hay otros ecohoteles con habitaciones para parejas mas asequibles y con mejor servicio y acomodación por la zona. Nos dieron una cama como red y otra sin red, y ambas con la red agujereada que tuvimos que coser nosotros ya que aunque ellos decían que no, estaba llena de agujeros y lleno de mosquitos. Luego, la alcachofa de la ducha tenia un agujero de oxido y se salía todo el agua. Tuvimos que quitarla, ya que no nos la cambiaron. Ademas el agua se subía hacia arriba encharcando la habitación. La paja del tejado era demasiado larga, de forma que al andar te golpeabas y se llenaba todo de paja, que junto al agua se hacia una masa muy sucia. Los ventiladores estaban medio rotos y también tuvimos que enmendarlos nosotros. La luz se cae a veces, el wifi no funciona en absoluto. Tampoco tienen agua disponible para los clientes incluida, es extra y costosa. Deberian quitarle El eco, porque no tiene nada de ecologico. El cafe lo ponen en vasos de un uso, las pastillas de jabon son individuales, no son en botes rellenables. Para terminar, se inventaban la cuenta a pagar, de forma que añadían bebidas no pedidas o platos no pedidos para engañar a los clientes. Sobretodo se aprovechan de extranjeros.

Desde la acomodación, hasta las amenidades, y el excelente servicio en mi solo nacen comentarios de gratitud. Solo tengo experiencias positivas en este hotel, sus vistas son encantadoras y la comodidad que ofrece a un viajero que busca relajarse.

Si bien el hotel tiene una playa limpia y extensa, unas instalaciones aceptables para un ecohotel, hay aspectos muy importantes para un huésped como son el servicio al cliente, y fue lo que no se tuvo. Una señora ya entrada en años de cabello rizado tez blanca, que estaba el día 11 de enero tanto en la cocina como en la noche en la oficina de recepción, donde fuimos en la noche a pedir un pocillo o un vaso de agua y tanto en la mañana como en la noche nos dio un trato por completo displisente, ni siquiera nos dirigió la mirada y adujo que ese tipo de servicio no lo tenían, ni siquiera mostró el mas mínimo interés en solucionar una petición tan sencilla, nosotros le dijimos que lo mínimo en un hotel de esa categoría era tener una estación de café y/o una botella gratis de agua potable, mas aún cuando alrededor del hotel no existe ningún tipo de comercio, ella solo contestó que habían quitado ese servicio porque a los clientes les hacía daño. Disculpe señora no insulte nuestra inteligencia. Sin embargo parece ser una política de ahorro del hotel a costa del huésped ya que ese mismo día almorzamos ahí con porciones la verdad pequeñas y precios altos, al día siguiente al desayuno lo teníamos que tomar antes de las 8 ya que teníamos un tour contratado, y a pesar que nos habían dicho que el servicio estaba disponible desde las 7 am, solo estaba la señora que prepara los alimentos quien gentilmente nos preparó y sirvió el desayuno, cabe anotar que tuvimos que ir a buscarla a la cocina ya que el otro personal solo llegó hasta las 8. Solo se tenia una opción de desayuno, si uno quería otra cosa como unos huevos revueltos se cobraba por aparte. No pudimos beber el jugo ya que era de mezclas de frutas y tenía sabor a fruta pasada, NO daban otra opción de jugo a no ser que se pagara por aparte, esto nos hace pensar que hay indicaciones desde la administración para no botar la fruta pasada y servirla al huésped y ahorrar dinero sin tener en cuenta a sus clientes ( es una suposición que hago) pero por el pequeño almuerzo del dia anterior, el no dar así sea una botella de agua o café, una sola opción de desayuno con un jugo pasado, me hace suponer eso. Ni siquiera en otroo hotel que estuve después en El Coba de la vela tuvimos una atención tan deplorable ni muestras de franca tacañeria a costa del huésped. Antes de llegar al hotel estuve en Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, después en Riohacha y el servicio y comidas fue notablemente diferente, es decir bueno. Les sugiero revisar sus políticas administrativas y que la señora que nos atendió y tenia funciones administrativas, reconsidere su trato con el cliente. No es un mal hotel, pero por el precio se espera otro tipo de experiencia. Los otros en los que estuve fueron Hampton en Cartagena y Barranquilla, Best Western en Santa Marta, Taroa en Riohacha, el del Cabo de la vela muy básico pero buena comida y sobre todo buen servicio.

Lo contratamos para nuestra boda, pero son muy desorganizados, poco personal, mucha improvisación, en fin, un sueño frustrado, prometen muchas cosas que al final no cumplen, invitados inconformes, no lo recomiendo.

Este alojamiento ha vivido mejores momentos, está descuidado, sin mantenimiento, la limpieza brilla por su ausencia, abandonamos el comedor después de cenar con las servilletas de papel por los suelos y restos de comida, al día siguiente en el desayuno el suelo (piso) estaba en las mismas condiciones. Esperábamos un desayuno a las 06.30 y la cocinera apareció a las 06.45 y la ayudante 10 min más tarde, nuestra salida para hacer visitas se retrasó 45 min. Nuestra habitación disponía de aire acondicionado, una de las 2 que tenían aire, (yo me pregunto si un ecohotel puede tener aire acondicionado, otros en los que me he alojado en otros países no pueden por normativa), con cortes de luz frecuentes, cuando la luz se va el aire se apaga y no puedes abrir las ventanas porque están bloqueadas.. Adjunto fotos. Aparte de que esta misma habitación parecía un almacén de camas, 3 pequeñas y unas literas, como esperando mochileros. El servicio lentíiiiiiiiiiisimo, en fin, para no volver