Usuario invitado
7 de febrero de 2024
La ubicación es buena y las instalaciones son buenas. Pasamos la mayor parte del tiempo en la terraza de la azotea más que en la piscina, ya que era más tranquilo. La piscina era un lugar agradable para estar, pero la terraza era nuestra preferencia personal. Lamentablemente, no puedo dar una opinión sobre las habitaciones, ya que tuvimos que dormir en otro lugar. Llegamos al hotel, destrozados por nuestro vuelo, y nos dijeron que teníamos que dormir en otro hotel porque tenían "problemas eléctricos" en nuestra habitación. La recepcionista del otro hotel (Ouril Julia) nos dijo que tenían overbooking. Sea cual sea la verdad, significó un poco de ida y vuelta en nuestras vacaciones. Afortunadamente, Ouril Julia está a unos 5 o 10 minutos a pie por el otro extremo de la calle peatonal, por lo que no fue terrible, pero tuvimos que llevar muchas toallas y trajes de baño de ida y vuelta. Pontao está en realidad en una muy buena ubicación, cerca de la playa y cerca de la ciudad, pero un poco a la vuelta de la esquina, por lo que la vida nocturna no perturba demasiado el hotel. El Ouril Julia estaba justo en la calle principal, por lo que había mucho ruido por la noche, pero la habitación en sí era muy grande: tenía un piso de arriba y otro de abajo. Si tienes el sueño ligero, un par de tapones para los oídos deberían ser suficientes. En mi opinión, Pontao y Morabeza son los dos mejores hoteles de Santa María en cuanto a ubicación. Decidimos alojarnos en régimen de pensión completa, ya que nunca habíamos estado en Cabo Verde y no sabíamos qué esperar. Así que pensamos que sería menos estresante comprar toda la comida con antelación. Lo único que hay que tener en cuenta es que la pensión completa no incluye NINGUNA bebida, ni siquiera agua, después del desayuno. Esto nos pilló un poco desprevenidos, pero hay supermercados cerca que te dejan llevar si quieres ahorrar un poco en bebidas. Me pareció que el servicio de comida era bastante lento, no por la actitud del personal, sino por la falta de personal. El personal que emplean es agradable y simpático, y habla suficiente inglés para arreglárselas. Había 12 mesas, todas con ganas de cenar a la hora indicada, y solo había un camarero y un cocinero. A veces era decepcionantemente lento y hacía que la hora de dormir fuera muy tarde para los niños. Además, ten en cuenta la tasa turística, que es de unos 2 euros y 50 céntimos por noche y por persona. Esto fue una sorpresa desagradable al hacer el check-out, pero si calculas entre 30 y 50 euros para ello, no te pillará desprevenido. También ten en cuenta la tasa de aeropuerto. Esto no tiene nada que ver con Pontao, sino que es solo una advertencia general ya que estamos hablando de impuestos.
Texto originalTraducción facilitada por Google