426maribeld
13 de septiembre de 2024
Hotel horrible. El buffet fatal, sobre todo los desayunos, bollería industrial pura y dura y poca variedad. Ya según llegamos el día anterior a la cena, el agua te la servían directamente de botellas abiertas, y los camareros no eran tampoco muy agradables, como si les molestáramos los turistas. Luego, según entro en la habitación y me dirijo al baño, lo primero que me encuentro es una cucaracha enorme correteando, y luego los días sucesivos seguimos viendo cucarachas a pares, me amargaron las vacaciones, porque no podía dormir pensando en que se subieran a la cama y me mordieran. Lo dije varios días en recepción, que fumigaran, pero cagaban para nosotros, yo creo que, de hecho, tenían un nido debajo del mueble de madera del baño. También tenía que pedir todos los días geles, champús, etc, porque sino no los ponían. Otro punto era la animación, que era poca o inexistente, había aquagym en la piscina y poco más. Por las noches te morías de aburrimiento, porque aparte de algún número de danzas tribales algún día puntual no había absolutamente nada, y cuando digo nada, es nada. Yo creo que era para que fueras al bar de la playa, que, por supuesto, no entraba en el todo incluido, y te dejaras el dinero allí. Lo único positivo era la zona de piscinas, que había hamacas de sobra y que se estaba en el agua maravillosamente. En general, era la primera vez que me alojaba en un cinco * y en un Meliá y me ha dejado muy mal sabor de boca esta cadena, no volveré a un Meliá en mi vida