Usuario invitado
28 de febrero de 2025
Reservé con mucha antelación en noviembre, llego al check in, me dicen que no hay habitación, y para una noche me dirigen a otra estructura mucho más descentralizada. Al día siguiente por la tarde al regresar de la excursión volví a hacer el check in, pero esta vez también me dijeron que no había habitación para dos noches, después de un poco de enfado me mandaron de vuelta al hotel anterior para dos noches. Por todo este malentendido ni siquiera fuimos honrados con un regalo, mucho menos con una disculpa. Las habitaciones no son todas iguales, la nuestra es bastante pequeña, pero limpia, el wifi en el hall no es el mismo que en las habitaciones, pero no te lo dicen, y mucha gente se queda en la entrada para conectarse. El desayuno es un punto delicado, por mucho que podamos decir "variado" el espacio dedicado al buffet es muy muy limitado, solo puedes servirte uno a la vez, siempre faltan cubiertos y platos, sin mencionar el espacio para comer, en taburetes solo 7, en un estante de madera frente a la pared detrás de la recepción. Para colmo los 3 últimos días no había agua caliente para lavarnos, todos nos encontrábamos abajo quejándonos, pero fue en vano, ducha fría y nos fuimos. Durante nuestra semana de estancia pudimos constatar que el problema del overbooking es una constante para ellos, varias reservas fueron desviadas a otras instalaciones. Lo único destacable es la ubicación, en calle principal y peatonal.
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