Aparthotel Can Gallart

Se trata de un edificio que había sido una casa señorial. Consta de 3 pisos de apartamentos (2 en cada planta) en planta baja, primera y segunda. Cada apartamento tiene una gran terraza. Los apartamentos tienen todos un solo baño con ducha y WC. Los de 4 personas tienen 2 habitaciones con capacidad para 2 personas cada una y un sofá cama en el salón/cocina. La cocina tiene una nevera grande, vitrocerámica y microondas. El anfitrión deja una botella de agua (no se entiende mucho ya que el pueblo tiene fuentes termales, por lo tanto, se entiende que el agua del grifo debería ser buena) y 2 coca colas de lata. Se echa de menos un rollo de cocina de papel, y algo de “avituallamiento” básico (sal, azúcar y algo de aceite, por ejemplo) ya que en estancias cortas no comprarás un paquete/botella de cada (si te cobraran algún euro de más no lo notarías y sería de agradecer). Tiene mobiliario correcto, pero todo un poco justo y da una sensación de ser un poco frío. La terraza es inmensa, pero solo dispone de una mesa de plástico y 4 sillas. El techo de la zona de la terraza está empezando a saltar la pintura debido a las humedades. El jardín que rodea toda la casa es muy grande, pero esta un poco abandonado, no se ve mucho mantenimiento. La limpieza básica del apartamento es buena, pero se ve que no se hacen limpiezas a fondo (por ejemplo, el desagüe de la pica del baño no desaguaba y cuando lo abrimos había gran cantidad de pelos, clips… de hacía mucho tiempo… un poco desagradable por cierto). A toda la casa en general le falta empezar a pensar de una nueva puesto a punto, ya que las fotos que salen están ya un poco desactualizadas y empieza a no estar tan bonita y agradable como se muestra. Tiene parking gratis dentro, las marcas entre plazas (hay 6) son unas traviesas de madera que dejan un poco justo la entrada (no sé si cuando hay los 6 coches se puede aparcar muy bien).