Usuario invitado
31 de enero de 2023
Nefasta gestión para una casa y un entorno espectacular. Llegamos y nos abrieron de una forma un tanto extraña, apenas hablaban castellano, ya no digo catalán. La habitación preciosa, con unas mejores vistas. No había leña en la chimenea por lo que mi mujer bajó a recepción y al pedirla se rieron de ella, posiblemente por ser mujer dada la procedencia del servicio... Que fuese a comprarla ella. Mientras tanto, hice un repaso a la habitación. Estaba sucia, sin barrer, ¿Qué protocolo covid puede haber con esta ausencia de limpieza?. Así que bajé yo a recepción. Excusas con lo de la leña, excusas con la limpieza, aunque accedieron a limpiarla inmediatamente. Barrieron y fregaron mientras estábamos sentados en la cama. Sofás sucios, con machas que ni te atreves a sentarte encima, arena por toda la habitación, pelos en el suelo... Al menos las sábanas parecían limpias. Por 10€ que vale el desayuno y siendo una masía, esperas algo típico catalán, pues no. Ni embutidos, ni pan con tomate. Bollería, tostadas, fruta, queso y un café ideal para purgarte el estómago. Como compensación a la suciedad nos invitaron a desayunar, y lo hicimos aunque con ciertas reticencias. Una pena porque la casa es espectacular