Giuseppe
3 de mayo de 2025
Teníamos un vuelo temprano y aterrizamos a las 6:00, así que amablemente solicitamos un check-in temprano sobre las 15:00, que es la hora habitual en el 90% de los hoteles del mundo.
Cuando llegamos al hotel a las 14:30, nos dijeron que no solo la habitación estaba lista, sino que también nos habían dado una mejora de categoría. ¡Buenas noticias!, pensamos. Sin embargo, poco después, la recepcionista pareció oír algo de un compañero con más experiencia, y de repente la historia cambió: la habitación ya no estaba lista y el check-in se retrasó hasta las 16:00.
Decidimos esperar en el vestíbulo, pero vimos que otros huéspedes se registraban sin problemas. Esto nos llevó a preguntar de nuevo por el estado de nuestra habitación. Para nuestra sorpresa, nos dijeron que llevaba tiempo lista. Cuando mi novia volvió a preguntar por la mejora de categoría de la que nos habían hablado antes, la nueva recepcionista se mostró visiblemente incómoda y suspicaz, como si estuviéramos intentando engañarnos para conseguirla, lo cual es ridículo, considerando que fue su compañero quien lo mencionó primero. Ese mismo colega, al volver a preguntarle, convenientemente no confirmó nada.
Toda la experiencia resultó desorganizada y, francamente, poco profesional. El personal de recepción careció de comunicación y transparencia, y el trato que recibimos dejó una muy mala impresión. Definitivamente, no fue el nivel de servicio que uno esperaría.
Texto originalTraducción facilitada por Google