Usuario invitado
3 de marzo de 2025
Me alojé aquí dos noches en mayo en una cabaña estándar, o lo que llaman "casita". Después de haberme alojado en otro hostal, decidí registrarme temprano para poder dormir en la cama de abajo, ya que la prefería a la de arriba. El hostal es fácil de encontrar, no muy lejos de la estación de tren principal de San Sebastián. En recepción te dan el número de la cabaña, un código para entrar a los dormitorios y la contraseña del wifi. Al entrar, los dormitorios parecían bonitos, limpios y modernos. Había bastantes dormitorios individuales, pero pocos baños ni aseos, así que usar uno puede suponer una pequeña espera. Además, había otro baño con ducha fuera de los dormitorios. Casi todos habían salido, así que los dormitorios estaban tranquilos y no hubo que esperar mucho para usar los baños. Al volver al hostal después de un día explorando, tuve algunos problemas para acceder al dormitorio principal, ya que mi código no funcionaba y la recepción se había marchado. Por suerte, vi a otra persona que me abrió. Al día siguiente conseguí un nuevo código, así que se solucionó. El wifi funcionaba bien, el desayuno no estaba incluido, pero no fue un problema para mí, ya que hay muchos sitios para comer cerca. Al instalarme en mi cabaña privada, me sentí muy cómoda y tenía todo lo necesario para una estancia agradable. Había un espejo, una tableta, auriculares, una lámpara y cada cabaña tiene un cajón exterior para guardar tus pertenencias. En general, tuve una buena estancia y la recomiendo para una visita corta.
Texto originalTraducción facilitada por Google