Bancal Hotel and Spa

Estuve alojada en el Hotel Bancal del 8 al 12 de agosto. Al hacer la reserva a través de la web, incluí una sesión de spa que aparecía ya reflejada en el precio total (25€). Al llegar al hotel pagué la estancia completa, tal como me solicitaron. El día del check-out, pasé por recepción para cerrar la cuenta, y aboné una cena y una botella de agua que sí estaban pendientes. Para mi sorpresa, 14 días después de haberme marchado, recibí un correo del hotel reclamándome el pago del spa, indicando que había sido un error suyo no cobrarlo. He realizado la transferencia, pero considero que este tipo de gestiones tardías y poco profesionales no están a la altura de un hotel de esta categoría. Una pena que una experiencia que en general fue positiva quede empañada por una gestión tan poco cuidada.

Somos la familia Mesa, hemos estado un fin de semana hermoso y tranquilo en El Banca, lo que más nos gustó a los 4 fue la atención de Daniel con los niños en sala de Actividades para niños, sercano y sonriente con los niños y adulto, mi hija se enamoró del Conejo biosostenible. La actitud de Patrik es aceptable pues la noche de cine incluida en el programa estaba previamente reservada para un grupo alemán en su idioma, entonces no es de niños algo que no se ve reflado en las actividades. No fue comodo saber que estaba mi hija con adultos, mientras terminabamos de cenar. Hemos pasado por todas las piscinas, siempre tranquilas y todo correcto. Ha sido muy complicado reservar las actividades incluidas en la reserva hemos tenido que ir cada vez a recepción, algo que tampoco fue tedioso pues todo está a mano. El buffet delicioso esta todo muy fresco y hemos tenido desayunos grandes y cenas variadas. Pudimos disfrutar al final de la paella en Maraire, algo que mi hija ama entonces salimos con ganas de volver, recomiendo que se anticipan si quieren comer allí sino no podrán, la atención del camarero Embassi creo es un poco estresante, en barra todo rápido nunca te faltará la bebida, Aitami amable y correcto un joven con actitud de 4 estrellas. El cheff siempre con una sonrisa y amable y autor de las paellas ricas y jugosas aunque olvidamos decir que no pusiera sal pues nosotros comemos reducido en sal. Las habitaciones son muy cómodas, preferimos tener paredes que limitan el baño, nos quemanos en 801 con vistas al Parking. Se accede por rampa facil a la piscina de niños y recepción algo útil. Los abuelos se quedaron en 812 tenían vistas relajantes desde su balcón ajardinado. Nosotros hemos estado tranquilos en la casa como lo llamaba mi hija, ojalá podamos repetir más adelanté, es una opción relajante en la gomera no necesitas traslados largo desde el puerto son 15 min, tiene spa que no pudimos disfrutar, pero solo estar en piscina para hacer meditación y nadar sin prácticamente nadie aunque lleno el hotel es reconfortante. Mejoraría la sala de yoga ya que es en un bajo sin más, para convertirlo en un sitio extraordinario, y conectar. Gracias por resolver el incidente a dirección y subdirección aunque fue tarde ya. Nos quedamos con buen sabor de boca ya que disfrutamos de las instalaciones y de la comida. Familia Mesa