Usuario invitado
31 de enero de 2023
Estuvimos alojados en mayo, Mariana es una anfitriona impecable. Estuvo atenta a cada detalle. El hotel tiene muy buen gusto para aquellos que desean un ambiente tranquilo, prolijo, con comida de calidad (no se pierdan la torta de coco y el budín de manzanas que hace Mariana...exquisito). Cabe destacar el gusto esmerado en la decoración, desde arte por donde quieras ver (cuadros y esculturas, fotos), hasta plantas y alfombras puestas en el lugar exacto. Siempre huele rico, pero por las mañanas te despierta el aroma de pan recién horneado (y ahí es medio difícil que te vuelvas a dormir..te da un hambre!). Los dulces son exquisitos. Yogurt natural hecho por ellos, jugo de naranja, huevos. La ropa de cama (ropa blanca) de muy buena calidad, así como el sommier muy cómodo. La ducha con muy buena presión. La temperatura del lugar esta justa (no te morís de calor como me ha pasado en otros lugares en el sur). Todas las personas que nos atendieron, desde quien nos recibió hasta quien nos despidió en el check out,: impecables! Gracias!!! hermosa experiencia.