Manuel L
28 de febrero de 2024
Estuvimos en familia en Finca Tomaren ya llegando desde la bienvenida del gerente nos encantó por qué nos hace sentir en casa y nos trasmitió serenidad y confianza. La estructura está situada en el centro de la isla y está a 15-20 min de cualquier punto de la isla, el lugar es un oasis de tranquilidad con un estilo único y con unos jardines que te transportan en una paz de perfecta armonía con el entorno volcánico, además la decoración de la isla con la mano de César Manrique colora unos elementos de orden y autenticidad que pocos lugares tienen y en Finca Tomaren lo refleja todos. Y el despertar con el canto de los pajaritos hacen que te sientas feliz. Además de tener un desayuno increíble cada día, súper recomendable calidad-precio, con productos de la isla: queso de cabra y frutas frescas de temporada, aguacate, zumo de naranja y etc., nos llenaba de placer empezar el día con mucho más ánimo y además de ser sano y saludable. En la estructura cuidan cada detalle y te ayudan en todo momento. Empezando con la encantadora Águeda que con el desayuno nos alegraba desde la mañana y su atención diaria, si nos faltaba algo en la villas toallas, papel y cualquier cosa estaba siempre a nuestra disposición, nuestro jardinero Ivan siempre sonriente cuidando de los jardines que hacen el lugar mágico, Luis que estuvo ayudando a solucionarnos un problemas técnico que solventó rápidamente, y Rubén el piscinero siempre sonriente y manteniendo la piscina y el jacuzzi limpia. En fin el gerente Pepi que hizo que nuestra estancia fuese más agradable, cómoda y atento a cada cosa y hacernos sentir mejor que en casa. Recomendamos Finca Tomaren al 100%, podemos decir que será nuestra segunda casa en Lanzarote, un 10 de 10. Volveremos seguro y muy pronto. Miles de gracias