Miraflores

Estuvimos 4 días y de todos los hospedajes que he experimentado en más de 10 años yendo a la Isla, puedo asegurar que la estadía en Miraflores Boutique fue LA MEJOR. Que paz y tranquilidad se siente!!! El área muy amplia donde uno difícilmente se topa con otros huéspedes. La piscina nueva que tiene todo para uno pasar un rato súper rico. Desde el recibimiento hasta la salida, todos muy atentos a las peticiones. Teníamos una petición de comida sin gluten y el chef no tuvo problema en conseguir los ingredientes adecuados. El staff en general excelente y la atención personalizada de Dorothy fue un plus pues nos hizo sentir como en casa. Volveremos sin duda!!!

· El staff es excepcional. Todos estaban pendientes de cada detalle, la recepción, la cocina, el servicio a la habitación, la limpieza, el encargado del bar, la ayuda con valijas, contratación de excursiones y mulas, TODO! Dudé al principio en alojarme en Miraflores porque pensé que estaríamos lejos del centro pero fue un gran acierto!. El centro no nos gustó para nada, es ruidoso, lleno de gente y nada atractivo. Además, las playas que considero más lindas son las de San Luis y las del sur de la isla. El primer día nos acercamos a San Luis caminando (es media hora de caminata más o menos, solo que el camino tiene pendientes, pero es lindo y no nos pareció inseguro, al menos de día). Para movernos luego alquilamos mulas a diario porque da mucha libertad, aunque también se puede usar taxis. En el hotel nos recomendaron a Nelson que fue muy puntual y cumplidor. Él nos trajo y nos llevó al aeropuerto pero también estaba disponible si lo necesitábamos. El hotel es hermosísimo. Nos asignaron una suite, la nro 2, y en las fotos no se advierte su belleza y comodidad ( las tomé de un video). La habitación es enorme y sorprende la pileta PRIVADA que tiene e incluye hidromasaje. Además, antes de entrar a la suite hay un sector con una cama hamaca y otro con una mesa , sillas y vista al jardín tropical ( que es hermoso y tiene infinitos Spots para tomar bellas fotos). La pileta no la usamos pero disfrutamos de riquísimos tragos junto a ella. A pesar de que nos tocaron días muy lluviosos, disfrutamos mucho de nuestros días en San Andrés, el hotel Miraflores es un plan en sí mismo. Volvería sin dudarlo y consideren tomar alguna de las suites. Felicitaciones al equipo y muchas gracias por la esmerada atención! Cómo crítica constructiva, nos hubiera gustado contar con meriendas en el hotel. Si bien nos ofrecieron café, estamos habituados a merendar con pastelería u opciones variadas. Seguramente muchos viajeros también lo disfrutarían.

El lugar es precioso, realmente alejado del concurrido centro, la atención de Johana, Doroty y Octavia muy buena, sin embargo si cuentan con varias oportunidades de mejora: Habitaciones Caribean, se escucha todo el ruido del restaurante y cocina, casi hasta las 10pm, muy molesto. El desayuno es incluido, sin embargo casi siempre faltaba algo, no había leche, no había pan, no había yogurt, muy mal, son productos básicos en el desayuno. Cosas que no dependen del hotel, pero es importante tenerlo en cuenta: Los mosquitos, son una plaga, realmente muy molesto, en la mañana y en la noche. Tienen gallinas y gallo que canta como a las 4.00am, ( Que pereza) Esta realmente alejado de todo, casi 20 minutos en taxi ( $ 50.000) cada traslado/al centro, a los muelles donde están los tours, los restaurantes, en fin, lejos de todo. Se te va el dinero en transporte. En conclusión, hospedarnos allí no fue una decisión tan acertada. Lindo el lugar, pero hasta ahí.

Llegamos por casualidad a este hotel, después de una mala experiencia de tour de buceo , nos encontramos con El mejor restaurante de san Andrés, servicio increíble, ambiente maravilloso y comida y tragos de primer nivel … lo mejor las personas de este lugar Calidas y encantadoras ! Cosa que falta mucho en San Andres

El hotel es precioso, rodeado de naturaleza!!! El personal es increíble, muy servicial y siempre pendientes de hacerte sentir bien. Volvería 100 veces más. Alquilamos una moto y pudimos recorrer la isla de una manera particular, es una recomendación que les hago!!!

El hotel se encuentra alejado del centro, en un entorno natural muy lindo. Nos tocó una habitación arriba de la cocina, y que daba al patio trasero. Por lo cual, no solo se escuchaban los ruidos de la cocina, sino que a las 6am nos despertó una pelea de gallinas que sucedía en el patio, abajo de nuestra ventana. Eso hizo que redujeramos nuestra estadía en el hotel. A destacar la amabilidad del personal a la hora de modificar nuestra reserva. Otro dato peculiar de las habitaciones, el baño no tiene puerta, justificado en que son habitaciones pensadas para parejas.