Usuario invitado
8 de junio de 2025
Mi experiencia en el Hotel Planas ha sido muy decepcionante y no corresponde en absoluto con lo que se espera, ni siquiera para un hotel de categoría media. Las habitaciones están en mal estado, con mobiliario muy anticuado y una clara falta de mantenimiento. Las camas individuales son incómodas, el baño presentaba problemas de humedad y suciedad, y, para colmo, no hay ni escobilla en el inodoro. En cuanto al servicio de limpieza, las toallas solo se cambian cada dos días. Si necesitas una toalla adicional, tienes que pagarla, y si ensucias las existentes, también te las cobran. Si viajas con un bebé, como fue nuestro caso, no se proporcionan toallas específicas para él, y solo te entregan una pequeña de cortesía si la reclamas expresamente. La comida es de muy baja calidad y con escasísima variedad. Aunque anuncian buffet, no lo es realmente. Cada día solo hay dos primeros y dos segundos a elegir, y la selección debe hacerse por la mañana. El desayuno especialmente deja mucho que desear. El trato del personal fue otro de los puntos más negativos, especialmente en recepción, donde sufrimos falta de amabilidad y educación. La atención en el comedor tampoco fue adecuada, con personal poco profesional. Además, la accesibilidad es muy deficiente: si llegas por la noche con un carrito de bebé o una silla de ruedas, la puerta con rampa está cerrada, por lo que se obliga a entrar por las escaleras, algo completamente inaceptable. Aunque los precios podrían parecer competitivos, la relación calidad-precio es muy mala teniendo en cuenta todas estas deficiencias. Especialmente grave es el mal servicio y la actitud del personal, que deja una impresión muy negativa. No volveríamos, ni lo recomendaría.