Usuario invitado
8 de noviembre de 2022
Elegimos esta opción por ser una de las pocas que encontramos que admitían perros en Salerno y que tenían un buen precio. Pero la sorpresa fue más que grata. La comunicación con el dueño antes, durante y después de nuestra llegada fue perfecta. Superamable. Nos esperó en la puerta a que descargásemos las maletas y nos acompañó al parking (es privado, se paga a parte y tienes que avisar porque sólo caben 2 coches). Además, aunque no hablaba mucho inglés ni español, hizo todo lo posible por explicárnoslo todo y que nos entendiéramos. También hay que resaltar que la ubicación es muy cómoda. A dos pasos de la estación de Salerno y a 5-10 minutos por una calle peatonal del casco histórico. Además de que la habitación era amplia, estaba limpia y la cama cómoda. Como única pega mencionaría el desayuno. Está incluido en el precio de la habitación. Pero no es en el establecimiento. Si no que te dan un bono para una cafetería cercana donde lo que sirven es café + croissant. Pero en resumen, nos resultó un lugar 100% recomendable para alojarse una o dos noches en Salerno. Más aún si viajáis con mascota.