Hostal Santel San Marcos

En la habitación habia una rejilla con un ventilador o algo en su interior que sonaba constantemente sin parar. Las cortinas no se podían cerrar del todo, lo que sumado a la farola del exterior, hacía que la habitación estuviera iluminada toda la noche. El colchón de matrimonio muy hundido e incómodo. En cambio el individual perfecto. Las colchas deshilachadas, ya lo han dado todo en esta vida. El pulsador de la cisterna roto y la mampara no cerraba. Al abrir la puerta a las 9 de la mañana, un chico se ha asomado vestido de calle preguntando si ya dejábamos la habitación. Así paseándose por todo el pasillo preguntando al resto de habitaciones. Resulta chocante, que no has terminado de cerrar la puerta y ya esté él dentro.Vestido de calle y sin nada que le identifique te dice que le des la llave... No sabes si dejársela o correr con ella. Por otro lado, algo que nos ha gustado es que ya no se sirven desayunos, a pesar de ofertarlo Trip en el anuncio. Fue la opción por la que nos decantamos a reservar en este hostal. Dado que vamos con niños, nos era muy cómodo no tener que salir del hostal a desayunar y pagar los 5€ por los que se ofertaba. Nos informaron al llegar de que ya no se servía. Quizás se debiera cambiar la información que se da en el anuncio. En definitiva, lo único positivo la localización.

El hotel está muy bien situado, es tranquilo, y acuden muchos trabajadores. Para pasar una noche está genial, en día de diario es silencioso y se duerme bien. Tiene lo justo, y limpieza bien. Aunque deberían mejorar un poco el baño, los dispensadores de jabón están un poco desgastados y medio rotos. Pero bueno, para una noche está genial. Tiene una máquina dispensadora de café,con bebidas y algo de snacks. Yo me alojó siempre que tengo lío en el trabajo y salgo tarde, pues no vivo en Salamanca