Usuario invitado
20 de septiembre de 2023
Nos lo pasamos genial en Natiora Green Lodge. Es un lugar muy tranquilo y apartado con una pequeña playa en una pequeña bahía de aguas cristalinas. Debido a su ubicación, la playa solo la frecuentan los huéspedes del hotel. La finca y los jardines están muy bien cuidados. Desafortunadamente, los lémures que vivían en el bosque circundante se fueron durante la pandemia de Covid, cuando el hotel quedó desierto. Nuestro bungalow/villa estaba a solo unos pasos del océano y nos proporcionó todo lo que necesitábamos, además de una amplia terraza para relajarnos y ver la puesta de sol. La comida y las bebidas en el restaurante Bellavista siempre estuvieron deliciosas (pescado, mariscos, carne, opciones vegetarianas...). ¡Pero lo que hizo que este lugar fuera tan especial para nosotros fue la gente! Todos los miembros del personal fueron amables, simpáticos, divertidos y muy serviciales. Un agradecimiento especial a Issa y su equipo. Issa siempre se aseguró de que tuviéramos todo lo que necesitábamos y organizó excursiones, transporte y avistamiento de ballenas (¡en cooperación con Cetamada!) para nosotros. ¡Definitivamente regresaríamos y recomendaríamos Natiora Green Lodge!
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