Usuario invitado
11 de junio de 2022
Nuestras primeras impresiones no fueron buenas. Cuando nos registramos, la recepcionista (Vivienne) intentó cobrarnos la estadía cuando ya habíamos pagado. Cuando le dijimos esto, ella insistió en que teníamos que pagar, ya que era un "impuesto municipal", a lo que le dije que estaba al tanto de una pequeña tarifa de impuestos, pero que no pagaría la estadía nuevamente. Ella continuó insistiendo en que teníamos que pagar por la estadía de 3 noches nuevamente. Luego preguntamos por un gerente que pareció entrar en pánico, miró su computadora y milagrosamente se dio cuenta de que solo teníamos que pagar la pequeña tarifa de impuestos de la ciudad.
Cuando llegamos a nuestra habitación parecía estar bien. La habitación estaba limpia y espaciosa. La alfombra le vendría bien una limpieza. Nuestra única queja sería que el baño es muy pequeño y sentarse en el inodoro fue una lucha debido a la falta de espacio. El inodoro también era muy inestable, como si no estuviera atornillado.
El desayuno no era genial. Sin comida caliente. Los pasteles estaban rancios. Y para rematar hormigas subiendo por toda la comida.
Texto originalTraducción facilitada por Google