Hipotels Coma Gran

Los camareros y camareras del comedor son mal educados, agobiantes y pesados; sobre todo DANA, solo se salva Moisés, que fue el único educado con los clientes. La animación es muy pobre, parece mentira que sea un hotel orientado a familias con niños, casi no hay nada durante el día, y los espectáculos de la noche dejan mucho que desear. El buffet es repetitivo y cansino, la cocina en vivo, todas las mañanas, mediodías y noches lo mismo. Las fotos de los estudios son engañosas, son muy pequeños, apenas puedes caminar en ellos. Y qué decir sobre el SPA, un engaño total. La piscina es un cuadrado minúsculo, el agua para nada caliente, llena de niños tirándose y jugando con pelotas, colchonetas, etc. Hay un cartel que indica la prohibición sobre estas cosas, pero al socorrista le da igual como todo lo demás. Ni siquiera te ayuda a abrir una sombrilla, yendo con el carrito del bebé y otro niño pequeño. Preguntamos en recepción que se podía visitar en Sa Coma y alrededores; no nos dieron ni un mapa para explicarnos lo más reseñable. Nos dijeron directamente que no había nada para ver, que debíamos ir a Palma de Mallorca para ver algo. NADA MÁS. Es cierto que la zona no tiene nada interesante, pero al menos habernos indicado las cuevas del Drach, o San Servera... Lo único bueno han sido los camareros del salón del noche, que eran amables y atentos sin agobiar a la clientela. La playa está cerca y es una buena playa, arena fina y agua transparente, es ideal para ir con niños pequeños, aunque personalmente nunca volvería a este hotel. En nuestra experiencia, sus 4 estrellas son totalmente injustificadas además de su elevado precio. El personal es antipático y distante, parece que les molestara tu presencia; nos hemos sentido mal tratados y estafados con la piscina climatizada, el spa y el gimnasio. NO VOLVEREMOS.