Alejandra G
19 de julio de 2024
El hotel es muy lindo y está muy bien ubicado (a 10 minutos de cualquier lugar al que quieras ir) y además cuenta con un paseo gastronómico abajo, con varias opciones por si no querés comer en el hotel . La habitación es amplia y con hermosa vista. Las camas y almohadas, cómodas y confortables. Los empleados son muy atentos y siempre dispuestos a escucharte y ayudarte en las consultas. Y si sos apasionado del café, el hotel cuenta con un coffee station, una especie de living amplio y bellamente decorado, con una máquina grande de café de cápsulas, al que podés ir las veces que quieras y tomar distintos tipos de cafés, mientras lees un libro o chequeás tu correo. El spa cuenta con dos piletas climatizadas, una externa y una mas pequeña interna, ambas con una vista al río increíble. En el desayuno tenés de todo: yogures, café, leche, jugos, frutas, cereales, facturas, pastelería, huevos revueltos, panceta, panes y fiambres; y seguro me olvido de algo. Todo esto y la genialidad de su arquitectura, merecen alojarse en Puerto Norte.