Usuario invitado
7 de mayo de 2025
Hemos estado en Semana Santa y a pesar de haber mucha gente en el hotel no había muchas colas para los restaurantes ni los ascensores, había hamacas suficientes para todo el mundo en la piscina, muchos sitios dentro del hotel para sentarse y poder tomar algo si afuera hacia frio. Las estancias delnhotel sin muy bonitas, con muchos sillones cómodos.Las habitaciones muy bien, aunque las almohadas podrían mejorar.Destaco el trabajo de Míriam, la persona que limpiaba los baños de la piscina, porque a pesar de tanta gente siempre estaban limpias y con papel higiénico, y eso es de agradecer. Los camareros de los restaurantes también eran simpáticos, pero destaco a Sandra, del Green Monkey ,por su amabilidad y disponibilidad. Es la segunda vez que vamos a este hotel y seguramente repitamos.