Jose Fernando G
21 de febrero de 2025
Para empezar las fotos que publican en redes sociales son bastante engañosas, en ellas tanto habitaciones como zonas comunes aparentan muchísimo más de lo que son en realidad. Nosotros solo vimos tres habitaciones. En una no hay baño, hay que usar el del salón-comedor, pasando entre los comensales. En otra hay que sentarse en el retrete de lado, la tercera no la vimos por dentro. Los ruidos de los motores del restaurante que hay en la planta inferior son insoportables hasta que cesan, si es que cesan, porque en nuestra estancia se les olvidó apagarlos y tuvimos que soportar un infierno toda la noche, prometiéndonos la dueña un descuento por tal motivo que finamente no nos hizo. Cuidado con las propuestas de cambio de condiciones de pago de la dueña (entre otras cosas, tuvimos que cancelar la reserva por un medio para, in situ, volver a hacerla por otro), no nos cobró de más(ni de menos) pero fue bastante lioso y violento todo. El desayuno bastante bien y Ricardo, la cara amable del hostal.