Usuario invitado
9 de mayo de 2024
Me puse en contacto varias veces con esta estructura porque debido a un compromiso laboral (que también se repetiría en el tiempo) quería encontrar un buen alojamiento para acoger a una persona. Inicialmente me dijeron que no había disponibilidad pero que volviera a intentarlo como lo hice, pero sin resultado positivo. Recibí comentarios positivos sobre el hotel de un conocido, por lo que me decepcionó no poder alojar a mi huésped aquí. Hoy, mientras buscaba otras estructuras en Booking, encontré la disponibilidad de una habitación con un precio que, sin embargo, variaba cada vez. En ese momento volví a la aplicación, así que me conecté al sitio web del Hotel sólo para recibir comentarios y, ante la duda, me puse en contacto con la propia estructura. Sería demasiado largo relatar toda esta vergonzosa conversación, que resumiré subrayando únicamente el hecho de que fui tratado y burlado delante de otros clientes presentes en la recepción (como el propio gerente se encargó de decirme) como un Persona incapaz de comprender y grosera. Una agresión que roza el bullying. La motivación: querer tener la "garantía" de poder contar con una habitación que el propio director me confirmó en el contacto telefónico que no existía mientras que tras la reserva online pareció aparecer de milagro. Soy consciente de que el turismo aporta un flujo importante de presencias y de oro a las estructuras de este país, pero reservar una habitación especialmente por motivos laborales no puede convertirse en una "lotería". Y, sobre todo, la delicadeza, el respeto, la confidencialidad y la educación deben seguir siendo la base de la hospitalidad.
Texto originalTraducción facilitada por Google