Hotel Tuscolana

Es un hotel super ubicado y a la vez en un lugar tranquilo lleno de negocios gelaterias, restaurantes, supermercado en fin todo lo que necesitas a la mano las chicas del desayuno Alessia y Alexa super amables y el desayuno delicioso el café super sabroso. Nos encantó este hotel, en la recepción nos dieron atención sin igual proporcionando toda información importante tanto de Roma en general como del hotel

Hotel relación calidad-precio muy buena. Aunque no es céntrico, tienes la boca del metro en la siguiente manzana y la parada del bus al girar la esquina, por lo que en 20-25 minutos llegas al centro. Hotel pequeño, camas cómodas, limpio y habitaciones recién reformadas. El desayuno justo pero bueno, sobre todo el café que te lo hacen en el momento. El personal muy amable, aunque deberían practicar un poco más los idiomas. En definitiva, buena opción para un viaje express a roma. Como punto negativo, informamos de una salida de agua en el teléfono de ducha y no lo repararon.

Estuvimos en una habitacion grande y reformada, bastante bien. El desayuno bueno, con mucgas cosas caseras. El personal era muy amable, especialmente las chicas del desayuno y el señor del turno de noche, creo que se llamaba Víctor. El día que nos fuimos de madrugada nos hizo un café antes de salir

Tuve una maravillosa experiencia en el Hotel Tuscolana en Roma. La recepcionista Bianca fue excepcional y contribuyó en gran medida a hacer de mi estancia algo memorable. Su amabilidad y atención al detalle fueron impresionantes. Desde el momento en que llegué, me hizo sentir bienvenido y se esforzó al máximo para garantizar que todas mis necesidades fueran atendidas. Su conocimiento sobre la ciudad y sus recomendaciones fueron invaluable. Su profesionalismo y actitud siempre positiva crearon un ambiente acogedor. Sin duda, Bianca es una de las mejores recepcionistas que he conocido. Recomiendo encarecidamente el Hotel Tuscolana y agradezco a Bianca por su excelente servicio