Usuario invitado
25 de octubre de 2022
Muy mala experiencia. Mucho que mejorar, empezando por la dificultad para contactar (el domingo, pero aún inaceptable) con el personal o los propietarios para entender cómo acceder a la habitación o conseguir una manta. Todo queda en manos de la intuición personal. La mala higiene es suficiente para hacerme preguntarme si debería cambiar de alojamiento. La televisión no funciona, la ducha está bloqueada, al final no conseguí la manta, el wifi no existía. Podía escuchar a la persona en la habitación contigua a la mía roncar, afortunadamente no había invitados ruidosos en esos días, de lo contrario nunca habría dormido. Los precios definitivamente son demasiado altos para el servicio ofrecido. El chico peruano que siempre me traía el desayuno a tiempo fue amable.
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