Usuario invitado
4 de julio de 2023
Esta antigua posada es una estructura muy anticuada a unos 8 km del Coliseo y está rodeada por un pequeño pulmón verde. Aunque reservamos con mucha antelación, creo que nos dieron una de las peores habitaciones. Este no estaba ubicado en el cuerpo central donde el lugar es un poco más lindo, sino que estaba ubicado en la zona más externa lindando con el muro circundante que divide la estructura de un parque de diversiones, también abierto en horas de la tarde y en consecuencia había un gran desorden y era imposible descansar. Habitación muy húmeda, parquet jorobado, casi elevado y parecía caminar sobre dunas. Cama de matrimonio compuesta por dos individuales, con cabecero y pie de cama de hierro oxidado. Tubería de ducha llena de moho, baño obviamente ciego. Armario inexistente. Había un espacio en la pared cerrado por una cortina, con una barra encima y unas perchas. Telarañas en los focos, colocadas para dar un poco más de luz a la estancia. Contraventanas viejas, mal cerradas y nada seguras. Obviamente no hay nevera ni caja fuerte. No sé cuánto tiempo lleva sin limpiar la entrada de la planta baja, polvo y telarañas por todos lados. No tengo la menor idea de dónde están las habitaciones que se pueden ver en la página web, probablemente en la zona que rodea la cuidada piscina. Personal independiente y muy fiscal. Desayuno sin infamia y sin elogios. Lo que más me molesta es que también pagué 100 euros por noche en alojamiento y desayuno. Volveré a Roma, pero seguro que nunca más aquí. Lo siento
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