The St. Regis Rome

Nuestro reciente alojamiento en el Hotel St. Regis Rome superó todas nuestras expectativas, destacando por una atención al cliente que va más allá de cualquier hotel de 5 estrellas. Desde el momento en que llegamos, la atención al detalle fue excepcional. Chiara, nuestra Butler, se encargó de cada aspecto de nuestra estancia con una precisión admirable, haciendo que cada necesidad y deseo fuera atendido de manera impecable. Mario, con sus recomendaciones precisas, enriqueció nuestra experiencia en Roma, y el equipo del restaurante demostró un nivel de profesionalismo y cortesía que hizo que cada comida fuera memorable. Lo que realmente nos impresionó fue el trato especial hacia nuestras hijas, a quienes siempre llamaron por sus nombres y les prestaron atención en cada detalle. Esta atención personalizada eleva al St. Regis Rome a un nivel de perfección en el servicio que pocas veces hemos experimentado. Sin lugar a dudas, volveremos y recomendaremos este hotel a todos nuestros conocidos. Fue un verdadero placer alojarnos aquí en nuestras dos visitas a Roma.

Apertivo al Lumen con rammarico, mi aspettavo qualcosa di più visto il prezzo eccessivo. Cocktails serviti in micro tumbler con ghiaccio spagnolo, quindi una lacrima di alcol. Mini burgher e panelle della grandezza di un’oliva. Arachidi arrivati dopo molto tempo dal beverage (servizio non da 5 stelle). Nonostante avessimo prenotato il tavolo siamo stati relegati in periferia (dalla parte opposta dove si trascorre l’happy hour). Mi dispiace perché la location è molto bella, instagrammabile appunto. Non è un locale che consiglierei per convivialità, uscendo mi sono sentito come se avessi perso tempo e denaro.