Usuario invitado
12 de marzo de 2024
El hotel estaba un poco deteriorado; las toallas y las sábanas tenían manchas, lo cual era repugnante. También teníamos hormigas en la habitación, cada día en diferentes sitios. Había polvo en las esquinas e incluso algunas pelusas. Lo peor fue el servicio. Empezó el primer día, cuando intentamos registrarnos, pero no encontramos a nadie en recepción ni pudimos contactar con ellos ni llamando ni tocando el timbre. Caminamos por los pasillos y encontramos a una persona de la limpieza que subió a buscar a alguien a recepción. El segundo día, la persona de la limpieza nos cortó la electricidad de la habitación, lo que apagó la nevera y nos arruinó los yogures. Intenté asegurarme de que no volviera a ocurrir, pero una recepcionista grosera me dijo que la nevera no era para comida, ya que había que comprarla en el bar. Contacté con nuestra agencia de viajes y llamaron al hotel; después, otro empleado vino a decir que la nevera también estaría encendida durante el día. El bar también fue una decepción, sobre todo porque no había un camarero que hablara inglés. Pedí una ensalada con calabaza asada, pero la sirvieron sin calabaza. Fue un lío con tres camareros que hablaban poco inglés; solo intentaron decirme algo en portugués/español (no entiendo nada). Trajeron otra ensalada e intentaron sustituir la calabaza que faltaba con zanahoria. Solo quería que me quitaran la ensalada de la cuenta, ya que no podían servir lo que pedí, pero la comunicación no funcionó, así que tuve que ir a recepción para que me la quitaran.
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