Usuario invitado
9 de agosto de 2023
Lejos de lugares de comida, tiendas, actividades en Reykjavik. Tuvimos que recordarles varias veces que nos enviaran los datos del check-in, sino no podíamos entrar. La habitación no estaba a la altura: un sótano con cajas de cartón pegadas con cinta adhesiva a la ventana del pasillo para mayor "privacidad". Mal terminada, esta habitación era claramente un sótano antes, no completamente renovada para convertirla en habitaciones. Con *********** no hay forma de saber qué habitación se le 'asignará'. Las duchas están sucias, algunas tienen problemas de humedad. La política de reembolso no es amigable: intentamos cancelar con meses de anticipación y no fue posible ningún reembolso. El propietario parece estar utilizando este lugar como una inversión para conseguir algo de dinero de los turistas despreocupados y deshacerse de los muebles viejos y rotos. Por todos los pasillos: cosas rotas, herramientas de reparación. A mitad de la noche, el ama de llaves rebuscó en los armarios del pasillo y nos despertó varias veces.
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