Usuario invitado
25 de agosto de 2024
Es mejor decir que esta es una sala de exposiciones de arte que una casa de familia. Desde la arquitectura hasta la decoración, el propietario la diseñó él mismo, y los muebles interiores son todos artesanales, ¡lo cual es genial! El propietario es muy entusiasta y generoso. Al ver que éramos muchos, temía que no pudiéramos quedarnos, así que tomó la iniciativa de mejorarnos y nos dio la habitación más grande. También nos proporcionó trajes tibetanos gratis, grabó videos para los niños y nos ayudó a alquilar caballos a un precio muy favorable. Lamentablemente, no tuvimos tiempo suficiente para montar a caballo, ¡pero lo compensaremos la próxima vez! El día más caluroso de este viaje. Gracias, jefe, ¡y esperamos verlo la próxima vez!
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