Usuario invitado
25 de julio de 2023
Le di tres estrellas, pero 3,5 hubiera sido más preciso. El hotel en sí es hermoso, con una gran vista de Quito. Está escondido en un buen vecindario, algo exclusivo. Aquí hay muchas colinas, así que prepárate para subir y bajar colinas muy empinadas si planeas caminar a algún lado. Las camas eran cómodas y la habitación estaba muy limpia. Los baños estaban renovados con buenos acabados y accesorios. El personal no hablaba inglés, por lo que nos perdimos las peculiares instrucciones sobre cómo sacar agua caliente de la ducha. La iluminación es desagradable (si te gusta leer o usar una luz más baja) y la ropa de cama está anticuada. El comedor es hermoso, pero nuestro desayuno no fue de los mejores que hemos tenido (los huevos estaban demasiado cocidos, el pan no estaba sabroso y el café no era muy bueno, pero había fruta fresca y jugo). Tiene una muy buena relación calidad-precio y una excelente ubicación, con algunas desventajas.
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