Usuario invitado
9 de enero de 2023
el hotel es magnifico, muy bien ubicado a 5 minutos del centro, cerca de comercios y restaurantes. Las habitaciones son espaciosas y muy limpias, y cada una está decorada con originalidad en consonancia con las tradiciones y la cultura de este pequeño país donde hay tanto por descubrir. El wifi funciona bien. Se proporcionan artículos de aseo caseros y hay una tienda, un restaurante que ofrece platos típicos y un excelente desayuno. Una gran terraza ofrece una magnífica vista de la capital y los volcanes. La acogida de los propietarios es muy cálida, siempre disponible para ayudar a los viajeros y permitirles sentirse como en casa durante los momentos de compartir. Realmente recomiendo una estadía en este lugar lleno de calor humano, donde puedes reconectarte con la esencia misma de la vida y descubrir tradiciones ancestrales. Definitivamente vuelvo aquí cuando viajo a Ecuador.