Armando S
22 de agosto de 2024
El hotel es bonito y la playa es bonita; esto junto con que el ron esta bueno sería lo único positivo del hotel. En el hotel no hay nadie que sepa o, por lo menos que lo intente, hablar en español. La comida es repetitiva y como el rancho de un cuartel; pollo, pollo, mas pollo y mucha comida guisada (como la de un cuartel o un comedor social) y arroz. El nivel de profesionalidad es muy bajo (algunos le ponen un poquito de interés), no hay formación ninguna en hostelería (unicamente de salvan Stephanie y Michael del coctel bar de la piscina). Solo dos restaurantes a la carta, en los cuales es muy complicado poder reservar; uno italiano (Dolce Vita) en el que no se come mal. pero tampoco es para tirar cohetes y el de la Playa, que si hace un poco de aire, o te llevas ropa de abrigo o es imposible comer. Un dia no habia sitio para sentarse en el bufet y otro no te limpiaban la mesa. Lo de las cucharillas para el cafe era un gran misterio, perecía que no las querian sacar nunca. La playa, bonita, con buena vista, pero lleva escarpines para los pies porque te los puedes dejar en el agua. Si buscas playa parecida al Caribe, esta no lo es; ni por temperatura, ni por la arena. Si vas en agosto, llévate ropa de abrigo, por la tarde hace frio...pero frio, no fresquito. En general, un hotel que no recomendaría a nadie, incluso es un destino que, por relacion calidad precio, tampoco recomendaría a nadie