Usuario invitado
14 de agosto de 2023
The Residence Mauritius es todo lo que a un cliente le gustaría encontrar en un hotel de vacaciones, pero que a menudo no encuentra. La habitación era una suite de 58 metros cuadrados con vistas al mar y una gran terraza con tumbonas y una gran mesa. La habitación era extraordinaria: grande, limpia, cómoda, con una gran cama y muebles de vivienda. El baño, enorme, con ducha, bañera y armarios. El salón, con té, café y agua siempre dispuestos. Nunca falta de nada, pero si echas algo de menos, cada tarde viene un amable empleado a la habitación a preguntarte si necesitas algo y a regalarte una tarjeta con citas de personajes famosos. Una noche nos prepararon una agradable, romántica y relajante sorpresa en la habitación. La decoración incluye preciosos muebles antiguos de diversas culturas, como las de China e India. Las bebidas son algo caras. No vale la pena el dineral que cuesta una copa de vino. Las playas del hotel son de las mejores que ví en Mauricio y los empleados, ya sea en la playa, en las piscinas, en el spa, en el bar o en los restaurantes, son extraordinarios, con ganas de hacer la estancia lo más placentera posible. Lo consiguen de verdad. Un diez.