Usuario invitado
7 de julio de 2022
Es una lástima que el esfuerzo que hacen teniendo un lindo lugar, lo pierdan dando una atención tan mala. Los dueños son los administradores y tratan al huésped como si fuera el enemigo, pese a que los empleados hacen un gran esfuerzo por atenderte bien los dueños se encargan de hacerte sentir miserable, hay que comprar gorro para entrar a la piscina, el aire acondicionado de la habitación no se puede dejar encendido, no tienen cosas tan básicas en un comedor como son mayonesa, salsa picante, hogado, no te sirven un ron solo venden la botella, no reciben tarjeta de crédito, no reciben identificación digitalizada, prepárate para batallar con sus caprichos ya que su interés no es hacer feliz al cliente. Pague por este hotel mas de lo que pague por un hotel de lujo en Bogotá para las mismas vacaciones y me voy con un mal sabor en la boca.