Usuario invitado
29 de marzo de 2025
Cuando reservé este hotel y leí las opiniones tan diversas, pensé que o nos encantaría o lo odiaríamos. Pues bien, nos encantó. La habitación era preciosa y estaba limpia, teníamos una cuna para nuestro hijo de 18 meses. La piscina valió la pena. Por desgracia, no tuvimos sol en la nuestra hasta después de las 15:00. La terraza era enorme, con una mesa, sillas y dos tumbonas. La piscina estaba limpia y las vistas eran estupendas. La comida casera estaba buenísima. Normalmente soy sensible a la comida extranjera, pero no me importó. El marisco estaba espectacular. El personal fue muy atento, adoraban a nuestro hijo y lo mimaban. No hubo ningún problema. El personal del restaurante fue estupendo. El equipo de recepción también fue muy amable y hablaba inglés y español. No usamos la piscina principal, ya que nos convenía tener juguetes y demás en la piscina. Las tumbonas están cerca unas de otras, pero no vimos peleas por las tumbonas. Para quienes tengan niños pequeños, hay un parque con columpios a 5 minutos a pie. Literalmente, subiendo por el lateral del hotel, estás en pleno centro. También caminamos de ida y vuelta a la playa. Es empinado, ¡pero las colinas griegas son aún peores! También caminamos hasta el centro comercial Mogán para hacer algunas compras, ¡aunque hay muchos escalones! Tomamos un taxi de vuelta. Espero que esto les inspire a quienes vengan. Nos encantó, sin duda volveremos.
Texto originalTraducción facilitada por Google