Nos alojamos por 2 noches. El hotel es antiguo, con historia. A poca distancia del centro de la ciudad, cerca del aeropuerto. Hay un restaurante donde se reúne algo así como una escuela dominical. La habitación tiene todo lo necesario, incluso la Biblia está en la mesa de noche. Hay una terraza con mesas cerca de las habitaciones. Desayuno a elegir. Hicimos una excursión al río subterráneo en el hotel. Zona tranquila.
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