Hotelera Diego de Almagro

Es un hotel que se le nota el paso de los años y no están haciendo mucho por arreglarlo. Habitación descuidada, por ejemplo las cortinas estaban rotas, la cama sonaba y se movía, al baño le faltaba aseo, mas otros detalles. Lo que no cambia es su personal amable y cordial.

Creo que es uno de los peores hoteles que he estado de la cadena Diego de Almagro, de partida no pide dormir y descansar se escucha todo lo que pasa en la habitación continua a la mía, a las 7.00 comienzan a sonar las bombas de agua y todo el hotel se tiene que despertar, el agua de la ducha se corta y regresa sola mientras de duchas, las alfombras de la habitación manchadas, es un hotel viejo y se ve depende. Buscaré otro hotel en la región para descansar . No lo recomiendo

La ducha estaba mala(se apagaba cada 20 segundos) y el lavamanos y la ducha se tapaban. El desayuno regular y el cafe de grano malo. El “gimnasio” cuenta con dos elípticas y una bicicleta. Falta modernizar el hotel por completo

Estuve hospedado desde el lunes 18 al 22 de julio , (por motivos de trabajo) realice mis cenas en el hotel , el primer día un lomo mar y tierra,( eso decía la carta) sin ninguna descripción más llego un lomo DURO COMO SUELA con arroz , salsa de champiñon y relleno de camarones crudos, mal hecho , segundo día en la cena un barros luco.... seco como charqui sin ninguna gracia y salado, tercer día pedí una pechuga de pollo con unas láminas de tomate , llego una pechuga de pollo (aceptable) con arroz y anoche pedí un room service para dar la segunda oportunidad a un sándwich que tanto me gusta el barros luco .... pero .... nuevamente llego un sándwich sin ninguna gracia duro, seco con un queso barato y lo que es peor precios caros para lo que es, es más difícil hacerlo más que hacerlo bien , con cosas tan simples como mis pedidos , felicitaciones al chef por que no creo que alguien lo pueda hacer peor , mención aparte el servicio poco amable , sin conocimientos de la carta, la recepción poco amable y más aún cuando es la cara visible y la primera impresión al llegar, el desayuno del hotel cumple. Ojalá lo vean como una oportunidad de mejora para los futuros usuarios de sus instalaciones ya que el restaurant cada vez que yo estuve ahí estaba lleno y me imagino que era por necesidad no por bueno .

Hoy 21 de julio siendo las 22 horas, en el octavo piso, habitación 807 y en la localidad de Puerto Montt en pleno invierno me estoy bañando con agua fría... al llamar a la recepción apenas oigo la voz de la persona al otro del lado de la línea quién me solicita que le hable más fuerte porque con el ruido estático de la misma línea no me logra escuchar. Arreglen los benditos teléfonos.... Por mi trabajo viajo regularmente y en ocasiones me he visto en la obligación de hospedarme en hoteles de medio pelo, nunca me había sucedido algo parecido.