Radisson Resort And Residences Tenerife

Le doy 1 punto, porque no se le puede dar menos, La verdad que tuve una experiencia muy mala, ya que el personal del hotel no se preocupa por la comodidad de sus huéspedes, el día de llegada ( 28 de marzo ) llegamos tarde con mi familia, una vez entramos en la habitación cuando el niño se fue acostar, se sentó en el medio de la cama y la misma se fue al piso junto con el ( estaba partida por la mitad ) a lo que llamo a RECEPCION para comunicar que la cama estaba totalmente rota a lo que la chica me contesta que no me la pueden sustituir porque el de SSTT ya no se encuentra en el Hotel a lo que me quede sin palabras, me dice “ mañana a primera hora se solucionara el problema” perfecto! Al día siguiente salgo desde las 9:00 de la mañana y vuelvo a regresar tarde, a lo que me vuelvo a encontrar la cama de la misma manera, no me habían sustituido la misma, otra noche mas durmiendo en una cama de 1 plaza con un niño de 10 años lógicamente dormimos super incomodos, el dia 30 a primera hora voy a RECEPCION a entregar las tarjetas y le pregunto a la chica que estaba en ese momento si era la jefa, a ll que me dice q en ese momento si! Le digo que quiero poner una reclamación, y me dice que tengo que mandarle un correo a su JEFE, Bien! Mando el correo explicando y su respuesta es que lo siente mucho! Y que me van a rembolsar 65€ con 08 CENTIMOS! Perdón? Se están riendo de mi? Tengo que pasar dos noches sin apenas poder dormir de la incomodidad y me quieren dar 65€ con 08 CENTIMOS? Me parece una falta de respeto, pago 466€ por dos habitaciones y me quieren dar un 13% de lo pagado? Me parece de poca VERGUENZA por cierto adjunto la foto para que se les caiga la cara de verguenza, porque se supone que la habitacion la prepara un empleado, y no se dio cuenta de ese “pequeño” detalle?

Muy bien el buffet, personal de restaurante muy atento en especial Jenny (de maravilla). Las habitaciones dejan mucho que desear, habitación 418 de limpieza bien, amplia pero muy mal organizada (un ejemplo, desde las camas no se ve la tele). Tienen que mejorar el césped alrededor de la piscina.

Hotel con encanto, habitaciones limpias y buen servicio del personal siempre atento. Mención especial a Elsa por su amabilidad. El buffet bastante completo en cuanto a variedad y calidad. Por ponerle alguna pega, las habitaciones necesitarían una reforma porque se ven algo anticuadas.

Nuestra estancia fue correcta. No vamos a mentir y decir que las habitaciones no necesitan un mantenimiento. Se ve la estructura ya un poco vieja y creemos que haría falta una remodelación. Sin embargo, la cama es cómoda y tal vez, los cojines son muy bajitos (pero no tuvieron ningún problema en darnos otro más). El baño bien, la presión del agua y la temperatura ok. El secador correcto. Sin embargo, hay que mencionar, que en nuestra reserva se nos ofreció una habitación con balcón. Para nuestra sorpresa, el supuesto balcón resultó ser una puerta de salida de la habitación a un "jardín" compartido por varias habitaciones a modo de pasillo. Ahí tenías tu mesa y tus dos sillas pegadas a la pared pero cualquier persona podía plantarse en la puerta de acceso a tu habitación o verte si la ventana estaba abierta. El buffet fue correcto, lo de siempre, días mejores y peores pero en general la comida estaba decente. Lo que nos sorprendió fue la poca cantidad de fruta. Había siempre plátanos, peras, manzanas. Pero por ejemplo, el melón o la sandía solo aparecía en la cena. Consideramos que los postres no fueron el fuerte de este buffet. Pero, hay que destacar que por las mañanas, podías pedir que te hiciesen una tortilla con multitud de ingredientes que estaban a tu disposición. Además, la plancha siempre ofrecía una opción de carne y pescado y una tercera que iba variando con los días. El punto negativo que encontramos, fue que las actividades y la animación del hotel nos dio la sensación que estaban muy orientadas al gran grupo de turistas franceses. Si que es verdad, que cada noche tras la cena había alguien cantando o hubo un espectáculo de magia. Pero encima del salón comedor, hay una sala enorme a modo de teatro que solo la vimos usarse por este grupo de franceses. Francamente nos sorprendió bastante.

Mientras estábamos descansando en la habitación, empezaron a golpear las paredes y las puertas de la habitación contigua de forma escandalosa arrastrando todos los muebles. Creíamos que eran unos chicos jovenes que dormían allí. Cuando salí al pasillo a ver que pasaba, una mujer de la limpieza llamada Sandra se dirigió a mi y sin más me pregunto si dejaba ya la habitación. Le dije que no, que estaba descansando ,eran las 10:30 am, miró una lista que llevaba en el carrito y me dijo que si que tenia que dejar la habitación. Le dije que iba a quejarme a la dirección y me contestó que ella también iría y que argumentaría que yo era un psicópata, la cara de mi mujer adentro de la habitación era un poema, llamé a recepción para exponer la situación. Recogimos y fuimos ha hacer la queja en recepción, donde nos atendieron sorprendidas. No tuve tiempo ni ganas de hojas de reclamaciones ni de denuncias, pero el trato recibido por parte de Sandra fue humillante, espero que tomen medidas al respecto.