La Casa de Mi Sub

¡El dueño, Manuel, es muy atento! Me picó una medusa en el mar y me dijo que estaría al teléfono toda la noche; si necesitaba ayuda, ¡podría llevarme al hospital o traerme medicamentos! Cerca del hotel hay varias tiendas, con frutas, un supermercado e incluso una ferretería, por si necesitas un adaptador o un alargador. Como había habitaciones libres, me cambiaron de categoría y me dieron una más espaciosa.

Mi esposo y yo nos alojamos en La Casa de Mi Sub durante 3 noches. La habitación era excelente, acogedora y limpia, en la planta baja, con vistas al jardín. Podíamos ver el exterior, pero desde fuera no se veía el interior, lo que garantizaba privacidad. En la planta superior hay una bonita terraza. Siempre hay agua potable y agua caliente para una taza de té o café disponible en la entrada. El dueño, quien gestiona el lugar junto con su esposa Sonia, es el Sr. Manuel: es extremadamente amable y servicial; siempre que pedíamos un taxi, uno aparecía al minuto; también sabía dar consejos y siempre nos recibía con una sonrisa. Teníamos la sensación de haber llegado como huéspedes y marcharnos como amigos. También nos gustó el gato Benito. Quizás no sea el lugar más cercano al Malecón (aunque no está lejos), pero con viajes en taxi a $2, ¿a quién le importa?