Usuario invitado
26 de agosto de 2022
Es un hotel de diseño, pensado por diseñadores vanguardistas, con el cual incluso habrán ganado algún premio, pero no está pensado para que sea práctico. No han pensado en el usuario, o lo han hecho poco. No es mal hotel, al contrario, seguramente, es de momento el mejor de la isla. Instalaciones nuevas, camas y habitaciones muy grandes, limpias y claras. El servicio es amable, diligente y en ocasiones hace lo que puede. Vamos a entrar en detalles, las duchas que son espectaculares, tienen un par de defectos, el grifo que regula la temperatura está a un metro y medio de la regadera, con lo que es complicado regular con acierto la temperatura del agua, además existe el peligro real de resbalar al tener que desplazarse con el suelo mojado. Los enchufes de pared, desubicados, quizás en otros puntos serian más útiles, habría que analizarlo con calma. Los motores de la piscina interior, están justo debajo de las habitaciones contiguas. Imposible descansar. Hay que quejarse para que los paren, por lo menos de noche. El desayuno lo sirven a la carta, pero tardan un poco en reaccionar y en ocasiones si hay mucha gente en el comedor la espera se alarga. Mejor reservar, menú y hora, la noche anterior para que lo preparen. De todas formas lo servido en el desayuno, es de calidad, bien presentado y preparado. Como contrapartida, están situados en el filo de la playa, donde descansan leones marinos, iguanas, cangrejos, etc. Un espectáculo digno de las Islas Galápagos.