Usuario invitado
4 de agosto de 2023
Un laberinto para poder llegar a la recepción del hotel. En las fotos no incluyen nada del baño, porque de hacerlo, no tendrían clientes. Un baño de los años 70 donde no cabe más de una persona. De tener que ducharse de lado, mejor ya ni hablamos. Increíble que el bar/restaurante de un hotel, esté cerrado a las 22h; nos quedamos sin poder cenar ese día. Tuvimos que pedir la factura, ticket, justificante o “algo”, que justificara que habíamos pagado, porque la chica no nos daba nada. Las ventanas de la habitación, de adorno, unas no se pueden abrir, y por las del techo no entra ni una brizna de aire. La primera noche hubo que poner el A/A para poder dormir algo. Todas las mañanas nos levantábamos con el cuerpo lleno de picaduras pequeñas y rojas (arañas), sin comentarios. Una pizarra dentro de la habitación, de pura decoración, porque no había tizas para poder usarla ¿? El último día, a las 9.50h, se nos coló la chica de la limpieza dentro de la habitación, cuando estábamos dentro, preparándonos para irnos. No hay carteles de “no molestar”, como en la mayoría de hoteles, para poder colgar en la puerta, y que esto no pase. Puertas mal selladas que se pasan las noches dando golpes por alguna corriente de aire, imposible dormir si no la atrancas con algo para que deje de moverse. Lo mismo que algo del exterior, que tampoco paraba de dar golpes, desconócenos qué era, pero no nos dejaba dormir. La TV también de adorno, se veía como una tele de los 80 sin antena, con unas interferencias que hacían imposible ver nada. Además, ubicada de forma que era imposible verla desde ninguna de las 3 camas. Para eso, mejor no ponerla. Por lo que hemos pagado por la habitación, esperaba MUCHÍSIMO más. Precio desorbitado para lo que es. No volveremos.