Usuario invitado
22 de agosto de 2023
Pasamos 5 días en familia, con un bebé de 20 meses. Lo peor de este hotel es el desayuno. No es una opinión, es una realidad. Tiene unos productos mínimos y de poca calidad, como el café con leche, mermelada, 1 zumo de piña, croissants, cereales, yogur, agua y un poco de embutido, todo ello de una forma poco atractiva. Todo esto si vas pronto a desayunar, si no, no se repone rápidamente y empieza a faltar qué desayunar, vajilla, camareros que ante la poca dirección se les amontona el trabajo y hacen que la experiencia del desayuno en este hotel sea un desastre. No es propio de un hotel de 4 estrellas. Otro inconveniente que tiene es que se necesita coche para poder moverse ya que está alejado del pequeño pueblo de Santo Stefano di Camastra, si no se puede subir andando también. Es un pueblo pequeño que apenas tiene restaurantes y tampoco hay mucho por alrededor. El hotel ofrece comidas, pero no lo probamos. Ante la situación del desayuno fui a quejarme al Director del hotel, me dijo que mejoraría, pero al día siguiente había lo mismo más unas tartas y galletas. Después todo volvió a ser igual. La familia que lleva el restaurante, desayunos y piscina es muy maja y agradable, sobre todo con nuestro pequeño. La habitación está limpia, la cama cómoda y la piscina está bonita, aunque fría y no está habilitada para niños pequeños. El hotel está delante del mar, que tiene unas escaleras por las que se pueden acceder al mar, pero es de piedras, los escarpines son necesarios. En general, es un hotel poco cuidado y al que le prestan poca atención. Es una pena que la Dirección del hotel no escuche las quejas de los huéspedes, porque mi queja es una más de las tantas que reciben al día.